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A pesar de la moderación en la inflación en los últimos meses, la mayoría de los consumidores mantienen la expectativa de que los precios subirán, sobre todo en categorías clave. Esta sensación se debe a varios factores, como problemas en la cadena de suministro, aumento de costos de producción y los efectos persistentes de la pandemia. Los consumidores han observado cambios en los precios en sectores esenciales como alimentos, energía y vivienda, lo que ha generado una expectativa generalizada de presiones inflacionarias continuas. Esta expectativa ha influenciado el su comportamiento, llevando a las personas a buscar maneras de adaptarse a posibles aumentos de precios, ya sea ajustando su presupuesto, cambiando sus decisiones de compra o buscando alternativas más económicas. Mientras persiste la incertidumbre, la expectativa de precios más altos en categorías esenciales sigue siendo una preocupación importante, moldeando sus estrategias financieras y patrones de consumo en el futuro previsible.
Según la encuesta ‘2023 Deloitte holiday retail survey’, el 72% de los consumidores esperan precios más altos en esta temporada, especialmente en las categorías de Alimentos y Bebidas.
Otro dato revelado por la encuesta de Deloitte fue la disminución en la duración de las compras, que ahora promedia 5.8 semanas en comparación con las 7.4 semanas en 2019, representando un desafío importante para los minoristas, al tener menos tiempo para involucrar a los clientes de manera efectiva. Esta reducción en el tiempo de compra refleja cambios en el comportamiento del consumidor, marcados por mayor eficiencia y decisiones de compra más rápidas. Hoy en día, los consumidores investigan productos, comparan y deciden más rápidamente que antes. Este período comprimido obliga a los minoristas a mejorar sus estrategias de marketing, mejorar las formas en que interactúan con los clientes y ofrecer una mejor experiencia de compra. Esto requiere un enfoque más rápido y efectivo para captar la atención, transmitir valor y conectarse con los clientes en un período más corto, enfatizando la importancia de la precisión, la agilidad y la innovación en las estrategias minoristas.
El informe también destaca una tendencia hacia una disminución en las visitas a tiendas físicas por parte de los consumidores. El promedio fue de 4.2 visitas a tiendas físicas en 2023 en comparación con 5.9 en 2022.
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Adaptación de los Consumidores Estadounidenses a las Presiones Inflacionarias
Con los altos niveles persistentes de inflación en Estados Unidos, una tendencia notable revelada en “EY Future Consumer Index” es que el 81% de los consumidores estadounidenses están considerando reducir el volumen total de sus compras, abarcando diversas categorías, todo con el objetivo final de ahorrar. Un grupo considerable de consumidores ahora se centra principalmente en adquirir artículos esenciales, con un 46% indicando que sus compras actuales se limitan estrictamente a necesidades.
Otra tendencia del “EY Future Consumer Index” muestra que las marcas blancas han ganado fuerza, especialmente en el sector de alimentos. El 67% de los consumidores estadounidenses están de acuerdo en que las marcas blancas les están ayudando a ahorrar dinero, el 69% señala que éstas satisfacen sus necesidades igual de bien que las otras marcas, y el 57% afirma que las marcas blancas ofrecen productos de mejor calidad.
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La pérdida de la lealtad a los históricos y bien posicionados fabricantes representa un cambio significativo en el comportamiento del consumidor, ya que las personas reconsideran constantemente sus hábitos de gasto y se inclinan hacia las marcas blancas. Esto refleja una elección consciente de priorizar la calidad y la asequibilidad por encima del reconocimiento de la marca, indicando un cambio más amplio en la mentalidad del consumidor mientras buscan alternativas económicas pero de alta calidad que se adapten a sus necesidades y consideraciones financieras cambiantes.
Esta tendencia se nota cada vez más en la industria alimentaria, específicamente con un 64% de los consumidores mostrando disposición a comprar alimentos envasados de marca blanca y un 63% expresando disposición a optar por alimentos frescos de marca blanca. Este aumento en la aceptación representa un cambio importante en el comportamiento del consumidor, donde los compradores exigentes priorizan el valor sin sacrificar la calidad, cambiando la percepción de los productos fabricados por la tienda.
Conclusión
La anticipación persistente de precios más altos en categorías cruciales está llevando a los consumidores a adaptarse y repensar sus hábitos de gasto, buscando formas de mitigar el impacto de la inflación en sus presupuestos. La duración reducida de las compras representa un desafío importante para los minoristas, que necesitan estrategias de compromiso más ágiles y precisas para atraer la atención del consumidor en este período más corto. Al mismo tiempo, el aumento en la aceptación de las marcas blancas, especialmente en el sector de alimentos, indica un cambio fundamental en las preferencias, priorizando tanto la calidad como la asequibilidad por encima de la lealtad a la marca.
A medida que los consumidores navegan por períodos de compras más cortos y adoptan productos de marca blanca, comprender los matices de los medios de comunicación se vuelve fundamental. Evaluar el impacto de estos cambios en el comportamiento y los patrones de compra del consumidor proporciona información valiosa para las empresas. Nuestros datos permiten a las marcas ajustar sus estrategias de publicidad y marketing, asegurando una utilización eficiente de recursos para atraer a los consumidores en períodos cortos de decisión de compra ¡No esperes más! Agenda una demo con nosotros para aumentar tu visibilidad y destacar tus acciones promocionales.
